A pesar del hecho de que no se han reportado casos de infección por el virus COVID-19 entre los refugiados saharauis, el régimen argelino ha establecido un hospital de campaña en el campamento de Chahid al-Hafed, totalmente equipado para atender a las casi 200,000 personas que tienen Vivió en este desierto durante más de 40 años.
La instalación médica consiste en una estructura cerrada y aislada de carpas equipadas con respiradores, laboratorios, salas de esterilización, salas de atención primaria y varias áreas especiales para atención de emergencia.
También cuenta con un equipo médico compuesto por enfermeras, médicos generales y especialistas que "están capacitados y tienen experiencia para hacer frente a todos los escenarios que puedan surgir en los campos de refugiados".
"Estamos muy complacidos de que la pandemia COVID-19 no haya afectado los campamentos hasta ahora", dijo el presidente de la República Democrática Democrática Saharaui (RASD) y el líder del Frente Polisario durante una visita al campamento. Brahim Gali
Gali, que agradeció el apoyo y la generosidad en Argelia, recorrió las tiendas en compañía del ministro de salud saharaui Jira Bulahy y el director central de salud militar saharaui Moulay Abdallah, y pidió a los responsables que "intensifiquen los esfuerzos para prevenir la propagación de la epidemia". en general, en coordinación con los gerentes y gerentes de hospitales de campaña ".
Un día antes, el propio ministro inspeccionó las instalaciones acompañado por Abdallah, explicando su satisfacción con "la rápida construcción de este hospital de campaña, que refleja la solidaridad argelina incondicional e ilimitada con el pueblo saharaui y su lucha justa".
Argelia fue el primer país de África en reportar un caso de coronavirus, una enfermedad que, según cifras oficiales, ha matado a un total de 494 en el país e infectado a más de 5,500, con la mitad de los casos curados.
Más de 200,000 saharauis viven en un área del desierto del Sahara cedida por Argelia desde que Marruecos utilizó el fin de la dictadura franquista en 1975 para ocupar la antigua colonia española.
La llamada "marcha verde" marroquí desencadenó un conflicto entre Rabat, Mauritania, que se retiró en 1980, y el frente Polisario, que fue interrumpido en 1991 con la firma de un arma de fuego que aún estaba en vigor.
Tanto Marruecos como la RASD, una república reconocida por casi 70 países e instituciones internacionales como la Unión Africana, aceptaron un plan de la ONU que incluye un referéndum de autodeterminación que aún no se ha llevado a cabo debido a las condiciones exigidas por Rabat.
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